MANUEL PALENCIA CARRASCO, (1929-2007) vio la luz en Hornachuelos (Córdoba), en el seno de una familia de honda tradición en esa localidad, donde transcurrirá su infancia y adolescencia, hasta que marcha a estudiar a la capital, donde fijará su residencia, no por ello dejando de estar vinculado siempre a su lugar de nacimiento.

Parece que comenzó a cultivar la poesía ya desde pequeño, afición que heredó tanto de su propio padre, como de una tía, ambos maestros con ejercicio de docencia en Hornachuelos, y mantuvo durante sus años de enseñanza secundaria en el Seminario Menor Diocesano de Córdoba, donde estudió con aprovechamiento, aunque, al contrario que a muchos de su promoción, en él no llegó a cuajar la vocación sacerdotal. Ya de mayor,  tras un primer paso profesional efímero por la Banca, desde mediados de la década de los cincuenta estudió y ejerció diversas actividades relacionadas con la economía, como Profesor Mercantil, Gestor Administrativo y Censor Jurado de Cuentas.