Horizontes
Carlos Oyague Pásara
El libro, en buena cuenta, no es la nostálgica mirada del gran poeta peruano César Vallejo, tampoco está escrito con sangre, como diría José María Arguedas. Está escrito con fe, ilusión, esperanza, ternura, amor, sueños, pensamientos positivos y observaciones dolorosas.
El autor se burla de sí mismo y de los convencionalismos establecidos sobre las antinomias sociales de nuestra época. El poeta afina su sensibilidad para entender el mundo, pero también para trascenderlo. De ahí su necesidad de desnudar su alma sin atajos ni premura. Habla de sí mismo. De sus experiencias, temores y esperanzas. Nos llama a compartir su verso con una voz en la que nos incluye a todos. A sus nietos dedica poemas infantiles expresados con el lirismo conmovedor de un abuelo agradecido.
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