La autora comenzó a utilizar las palabras y los versos en su adolescencia como herramienta para dejar volar su imaginación y plasmar deseos, anhelos e inquietudes. Pasados los años, en la adultez le ha servido como compañera, confidente y rincón donde reflejar todo tipo de vivencias, sentimientos, e instantes mágicos. Un cúmulo de experiencias amargas y dulces, un intenso resumen donde plasmar la vida.

Su poesía refleja al ser humano y a la vida. A veces un sueño, una imagen, una canción, algo que escucha, unas palabras en boca de alguien, un poema recitado, un sentimiento, todos ellos instrumentos provocadores para que nazca un poema, sirviéndole en ocasiones como vía de escape para evaporar lo que a veces no se puede expresar de otra forma.

Curiosa, buscadora, soñadora, mujer viva, sin curriculums literarios ni estudios sobre la materia, pero sí amante de las palabras y de la expresión tanto verbal como escrita.

Sueño con tocar las manos de la serenidad

y advierto que hoy tengo menos miedo